SAINT-EMILION
cHâTEAU
BALESTARD LA TONNELLE
clasificado gran vintage
A través de la historia
Château Balestard la Tonnelle es una propiedad situada en las alturas de Saint-Emilion. La torre de vigilancia del siglo XV y las bodegas del siglo XXI demuestran la perennidad de esta finca.
Apasionados de la arquitectura, los actuales propietarios han sabido preservar la identidad de la propiedad modernizándola al mismo tiempo, lo que le ha permitido mantener su estatus de Grand Cru Classé de Saint-Emilion.
Un patrimonio histórico
Cuenta la leyenda que un canónigo llamado Balestard vivía en la propiedad. Compositor de música. Sus obras se conservan en la Bibliothèque Nationale. Varios documentos de archivo atestiguan la presencia de una familia Balestard en la zona de Libourne.
La familia Du Courrech du Raquine, conocida por su tía la pintora cuyas obras se encuentran en el Museo de Orsay, fue propietaria del castillo Balestard La Tonnelle en el siglo XIX.
El Château Balestard La Tonnelle ha sobrevivido a los siglos, sufriendo metamorfosis y embellecimientos, pero conservando siempre su identidad.
Una etiqueta única en el mundo
Château Balestard La Tonnelle tiene una etiqueta única en el mundo, ya que lleva inscrito un poema de François Villon. Este texto aparece en la etiqueta desde el siglo XIX. En este poema, François Villon alaba los méritos del vino Balestard, hablando de un néctar divino. La originalidad de este poema reside tanto en su forma como en su estilo. En la Edad Media, era muy raro expresar los sentimientos. A Villon siempre le persiguió la muerte, pero el vino le hizo olvidar su neurosis.
Esta propiedad es el buque insignia de la marca. Se presta especial atención a la selección de las parcelas, a la exigente clasificación de las uvas y al riguroso ensamblaje, lo que confiere al vino de Château Balestard La Tonnelle la mejor expresión de su terruño.
Viñedos de Capdemourlin
La familia Capdemourlin es una de las más antiguas de Saint-Émilion. Está presente en el municipio de Saint-Emilion desde hace casi cuatro siglos. Dio su nombre a una aldea donde actualmente se encuentra el castillo Cap de Mourlin.
En la actualidad, la duodécima y decimotercera generaciones de Capdemourlin gestionan la finca.
Los viñedos de Capdemourlin se componen de tres propiedades.
- Château Balestard La Tonnelle Saint-Emilion Grand Cru Classé
- El castillo Cap de Mourlin Saint-Emilion Grand Cru Classé
- El Château Roudier Montaña Saint-Emilion
Una familia
Afirmando su ambición, Jacques Capdemourlin va a renovar el viñedo, construir nuevas bodegas y recurrir a Michel Rolland y Jean-Philippe FORT, enólogo de los Crus Classés, para que den una pauta en la concepción del vino.
Apasionado de su trabajo, está permanentemente presente Está permanentemente presente en la finca para garantizar la gestión de la propiedad y seguir su evolución.
Thierry Capdemourlin, su hijo, le ayuda en el comercio del vino y se convierte en embajador de los viñedos Capdemourlin en todo el mundo. Por la parte de la gestión del viñedo, Daniel DuffonEl responsable del viñedo, contratado desde hace catorce años por la empresa Les Vignobles Capdemourlin, supervisa las viñas y ha convertido el Château Balestard La Tonnelle en un viñedo reconocido desde el punto de vista medioambiental mediante el registro del Château en la norma ISO 14001 y el SGA.
En 2017, Rémi Autier, enólogo y joven maestro de bodega, se unió al equipo. Su prioridad es centrarse en la calidad de los vinos.
En 2021, François Capdemourlin, el hijo mayor, se incorporó a la propiedad como Director Técnico.
Jacques, François y Thierry Capdemourlin se comprometen a mejorar la calidad del vino, que sigue progresando.
Castillo de CAP DE MOURLIN
Château Balestard La Tonnelle
Château ROUDIER
UNA ÚNICA propiedad
PROPIEDAD
Situado en el noreste de Saint-Emilion, en las afueras de la ciudad, el viñedo del Château Balestard la Tonnelle se extiende por la meseta arcillo-calcárea.
Con su terruño único, el Château Balestard La Tonnelle produce vinos elegantes y potentes de una complejidad aromática poco común. Propiedad de la familia Capdemourlin desde el siglo XIX, la larga historia de la finca se refleja en la arquitectura de sus edificios y terrenos. Esta propiedad ofrece una vista panorámica de la ciudad y de los viñedos del Château. Rezuma encanto, tranquilidad y las tradiciones ancestrales de una familia.
EL TONEL
La atalaya del siglo XV del castillo Balestard La Tonnelle era probablemente una torre de vigilancia que formaba parte del sistema defensivo de la ciudad de Saint-Emilion. Situada en un lugar estratégico, en lo alto de un punto elevado, la torre permitía vigilar el paso y el tráfico de los cantones circundantes
un remanso de silencio
LOS JARDINES
Apasionados de la Toscana, Jacques y Françoise CAPDEMOURLIN querían que los jardines de Balestard fueran un vibrante homenaje a ella. Los jardines en terrazas de Balestard son un remanso de paz y tranquilidad, con muchas especies de árboles, entre ellos majestuosos tejos. El jardín cuenta con dos magníficos juegos de agua y un arroyo artificial que discurre por el centro. La primera pila está decorada en su centro con una concha de piedra rematada por un ángel del que sale un chorro de agua. La última piscina, más grande y profunda, está coronada por una esfera de piedra que recuerda a los elementos de la naturaleza. En el fondo del estanque, las plantas de papiro adornan el conjunto en verano. Un lugar romántico para descansar en los calurosos meses de verano.
LA TERRAZA
Con vistas a los viñedos de Balestard, la terraza permite admirar las viñas hasta donde alcanza la vista. A lo lejos se divisan los campanarios de Saint-Georges y Montagne. En verano, unas bonitas macetas con geranios y salvia añaden un toque de color. En la esquina de la terraza, una pequeña torre cilíndrica con una abertura da un toque romántico. La balaustrada está decorada con azulejos traídos de un viaje.
Constructores
Jacques Capdemourlin quería magnificar el Château Balestard La Tonnelle. La puerta de entrada que conduce a un largo camino bordeado de tejos proporciona una majestuosa entrada a la propiedad. La sala de degustación semisubterránea se creó desde cero en la imaginación de Jacques Capdemourlin. Las piedras proceden de varias propiedades, así como la torre de vigilancia y la imponente chimenea. Este cálido lugar fue escenario de numerosas manifestaciones en honor del vino de Saint-Emilion.
Al dotar al Château Balestard La Tonnelle de esta infraestructura, se han desarrollado los inicios del enoturismo para compartir con los visitantes la historia de un patrimonio de más de 400 años.
UN CASTILLO QUE COMBINA TRADICIÓN Y ESTÉTICA
El Château Balestard La Tonnelle, situado en las alturas de Saint-Emilion, es un lugar mágico donde se unen piedra, historia y belleza.
Sala de degustación, portal, atalaya y pórtico del hospicio de Oiron donados por la marquesa de Montespan en 1707.
UNA SILLA CON TECNICIDAD Y MODERNIDAD
El edificio alberga una bodega excepcionalmente moderna. Las numerosas inversiones responden al deseo de dotar a la propiedad de las técnicas más avanzadas. Tras muchas consultas, la bodega ha alcanzado un alto nivel de sofisticación técnica. Construida con materiales específicos, esta bodega maximiza el ahorro energético. Inspirada en el saber hacer ancestral y mejorada por la investigación, la bodega del Château Balestard La Tonnelle simboliza el compromiso de la familia Capdemourlin de magnificar los vinos de su terruño.
